miércoles, 23 de octubre de 2013

ORÍGENES DE LA TEORÍA CIENTÍFICA

 Teoría Científica
El conocimiento científico en Egipto y Mesopotamia era sobre todo de naturaleza práctica.
Es de destacar que por su posición filosófica, los griegos fueron muy buenos en geometría pero no desarrollaron una "ciencia" fáctica (basada en la experiencia basada en hechos observados). Uno de los primeros griegos, en el siglo VI a.C., que intentó  explicar las causas fundamentales de los fenómenos naturales fue el filósofo Tales de Mileto. Fue un gran matemático que pensaba que la Tierra era un disco plano que flotaba en el elemento universal, el agua. El matemático y filósofo Pitágoras, de época posterior, estableció una escuela de pensamiento en la que las matemáticas se convirtieron en disciplina fundamental en toda investigación científica. Los eruditos pitagóricos postulaban una Tierra esférica que se movía en una órbita circular alrededor de un fuego central. En Atenas, en el siglo IV a.C., la filosofía natural jónica y la ciencia matemática pitagórica llegaron a una síntesis en la lógica de Platón y Aristóteles. En la Academia de Platón se subrayaba el razonamiento deductivo y la representación matemática; en el Liceo de Aristóteles primaban el razonamiento inductivo y la descripción cualitativa. La interacción entre estos dos enfoques de la ciencia ha llevado a la mayoría de los avances posteriores.
Por esta época — 300 a. c.— Euclides (quien probablemente estudió en Atenas con discípulos de Platón) escribe "Elementos de geometría", es un extenso tratado de matemáticas en 13 volúmenes sobre materias tales como geometría plana, proporciones en general, propiedades de los números, magnitudes inconmensurables y geometría del espacio. En esta obra se parte de conceptos que se toman como verdades absolutas (axiomas o postulados) y se los utiliza para "demostrar" propiedades (teoremas). Estos teoremas son la base para demostrar otros teoremas armando una estructura sistematisada que aún hoy se utiliza en matemática. Es de destacar que el quinto postulado (postulado de las paralelas) es de extrema importancia ya que en el siglo XIX su negación dará origen a la geometría llamada no euclidiana.
Durante la llamada época helenística, que siguió a la muerte de Alejandro Magno, el matemático, astrónomo y geógrafo Eratóstenes, tomó la distancia entre dos ciudades egipcias y calculó de forma asombrosamente precisa de las dimensiones de la Tierra. Por otro lado el astrónomo Aristarco de Samos propuso un sistema planetario heliocéntrico (con centro en el Sol), aunque este concepto no halló aceptación en la época antigua. El matemático e inventor Arquímedes sentó las bases de la mecánica y la hidrostática (una rama de la mecánica de fluidos); el filósofo y científico Teofrasto fundó la botánica; el astrónomo Hiparco de Nicea desarrolló la trigonometría, y los anatomistas y médicos Herófilo y Erasístrato basaron la anatomía y la fisiología en la disección.
Tras la destrucción de Cartago y Corinto por los romanos en el año 146 a.C., la investigación científica perdió impulso hasta que se produjo una breve recuperación en el siglo II d.C. bajo el emperador y filósofo romano Marco Aurelio. Durante este breve lapso el astrónomo Claudio Ptolomeo propuso la teoría donde la Tierra era el centro del Universo (teoría geocéntrica). También surgieron las obras médicas del filósofo y médico Galeno que se convirtieron en tratados médicos de referencia para las civilizaciones posteriores.
Un siglo después surgió la nueva ciencia experimental de la alquimia a partir de la metalurgia. Sin embargo, hacia el año 300, la alquimia fue adquiriendo un tinte de secretismo y simbolismo que redujo los avances que sus experimentos podrían haber proporcionado a la ciencia.

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