lunes, 24 de febrero de 2014

Animales extraños: la tortuga matamata

Las tortugas son animales extremadamente antiguos que, aunque a grandes rasgos han cambiado poco en los últimos millones de años, durante este período han tenido oportunidad de diversificarse en numerosas especies, algunas de las cuales resultan físicamente bastante extrañas para nosotros. Este es el caso de la tortuga matamata, sin dudas una de las criaturas más raras entre estos reptiles y que hoy queremos mostrarte.


Algunas características de la tortuga matamata

La tortuga matamata (Chelus fimbriatus) es endémica de América del Sur, donde puede encontrarse nadando en ríos como el Orinoco y el Amazonas, entre otros de menor caudal en países como Ecuador, Perú, Bolivia e incluso la isla de Trinidad, entre otros.
Es una tortuga de movimientos muy lentos que prefiere aguas con cierta turbidez, zonas pantanosas y marismas, siendo bastante tolerante al agua con cierto grado de salobridad. No son tortugas muy longevas, pues hasta donde se conoce pueden vivir apenas unos 15 años en cautiverio, aunque en el medio natural se desconoce este dato ya que han sido muy poco estudiadas en libertad.
Los individuos más grandes que se conocen han presentado un caparazón de cerca de 45 cm de longitud, por lo que son animales relativamente grandes dentro del grupo de las tortugas de agua dulce.

Curiosidades de la tortuga matamata


Lo más llamativo de la tortuga matamata es su aspecto físico, que podríamos decir que es bastante surrealista y poco agraciado. La irregularidad de su caparazón, su color entre negro y verdoso, así como los abundantes pliegues de su piel hacen que parezca un montón de escombros más que un animal. Esta característica la hace pasar muy desapercibida para sus potenciales depredadores, como por ejemplo los cocodrilos.
Otra curiosidad de este quelonio es su manera de cazar. Aprovechándose de su raro aspecto, suele permanecer tranquila en el fondo del río, entre el lodo y las plantas acuáticas, en espera que algún desprevenido pez se acerque a ella lo suficiente. Cuando está a la distancia apropiada, abre su inmensamente desproporcionada boca y provoca una diferencia de presión tal que entra a ella a gran velocidad una bocanada de agua que arrastra consigo a la presa hasta ella. Prácticamente no hay escapatoria.
Al ser animales muy cortos de vista, los científicos han planteado que para desarrollar esta efectiva estrategia de caza, el reptil se basa fundamentalmente en su excelente oído y los largos pliegues de piel que sobresalen de su cabeza, los cuales al parecer tienen una función sensorial de gran relevancia.
Otro aspecto interesante es que, a diferencia de la mayoría de las tortugas de agua dulce, esta no gusta de salir a tierra para tomar el sol en algún momento del día. Prefiere pasarse la mayor parte del tiempo en el agua, limitando sus incursiones en tierra firme generalmente solo a cuando van a poner sus huevos, algo similar a lo que hacen las tortugas marinas.
Aunque se considera una especie de preocupación menor, el estado real de conservación de la tortuga matamata es incierto ya que no ha sido suficientemente evaluado según recoge la UICN, por lo que se recomienda regular su comercio y proteger su hábitat, así como incrementar los estudios ecológicos. Actualmente es además una especie invasora en el sureste de la Florida, donde se supone que fue liberada intencionalmente por las personas y cuyo impacto ambiental aún se desconoce.






3 comentarios:

  1. No cabe duda de que todos los días aprendemos algo nuevo, como ahora la información sobre esta tortuga tan extraña que ni siquiera sabía que existiera.

    ResponderEliminar
  2. Sí, es extraña, lo que les llamará la atención a los jóvenes.

    ResponderEliminar
  3. Pero que tortuga tan más extraña. Excelente aportación para los alumnos y para nosotros. Saludos amigo.

    ResponderEliminar