ALIMENTOS MEXICANOS DE ALTO VALOR NUTRITIVO
Instrucciones
para los alumnos:
Investiga
alimentos mexicanos de alto valor nutritivo e ilustra tu trabajo con imágenes:
Amaranto,
chía, miel de maguey, e insectos, son algunos de los alimentos que fueron
relevantes en la alimentación mesoamericana prehispánica y que por diferentes
razones se vieron menospreciados y sustituidos por alimentos del exterior. Sin
embargo hoy resurgen con renovados bríos ante su alto valor nutritivo y
curativo, su costeabilidad, fácil acceso para algunos sectores, y por supuesto,
su valor cultural y tradicional.
Proveniente
de la salvia hispánica, la chía llegaría a ocupar entre culturas como la maya y
azteca, el tercer lugar en la producción y consumo después del maíz y frijol.
La chía en combinación con el maíz, sería fuente de energía para travesías
prolongadas, alimento de guerreros, y su aceite sería base de pinturas corporales
y decorativas, así como de barnices para cerámica.
Y
es que la chía contiene aproximadamente un 34% de aceite, 25% de fibra, y 20%
de muy buena proteína. De su aceite, resalta su poder antioxidante y el más
alto contenido de omega 3 (por encima de pescados, algas y lino), tan aclamado
e insuficiente en la alimentación de hoy, y entre cuyas funciones se enumeran:
la formación de membranas celulares, y el buen funcionamiento hormonal,
inmunológico y cardiaco. La chía es a la vez una excelente fuente de vitaminas
y minerales.
Por
sus grandes virtudes, la Universidad de Arizona reactivaría su cultivo a partir
del año de 1991, y hoy puede encontrarse en la presentación de semillas para
completar alimentos, consumirse solas, o para preparar bebidas
tradicionales,
así como en harina para complementar panes, o en aceite para ser ingerido en
frío.
Amaranto y Huazontle, altas fuentes de proteína y
calcio:
El
amaranto y huazontle pertenecientes a la misma familia, fueron de suma
relevancia en el cultivo y alimentación del México prehispánico, ocupando en
culturas como la azteca, el cuarto lugar después del maíz, frijol y chía. Sin
embargo, su uso ritual debió influir en los españoles para dejarlo de lado.
Mientras
el amaranto cuyo nombre significa “vida eterna”, ha sido reconocido por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los grandes alimentos del
mundo, en base a su completa y alta fuente de proteína vegetal, su composición
de minerales (muy alto en calcio, y
en hierro supera en sus hojas a las espinacas) y vitaminas, y a su alto
rendimiento y facilidades de cultivo; el huazontle se ha mantenido ignorado.
Para
el combate a la desnutrición se recomienda consumir tan solo 20 gramos diarios
de amaranto. Del grano, además de las tradicionales “palanquetas” o alegrías se
elaboran hoy, granolas, atoles, panes y galletas, capeados y empanizados.
También se rocían sobre ensaladas y cocteles de frutas, mientras las hojas son
usadas en sopas y ensaladas.
El huazontle tradicionalmente
se consume capeado y bañado en salsa, y sus retoños conocidos como quelite de
manteca, también son guisados.
Aguamiel, pulque, miel de maguey, muy digestivos y
nutritivos
El
agave salamiana o maguey manso de montaña o pulquero, es una de las especies
con más tradición y de más completo uso en México prehispánico. Su néctar
recibe el nombre de aguamiel y entre sus propiedades se cuenta azúcares,
proteínas formadas por 18 aminoácidos esenciales, vitaminas A, B, B2, y C,
minerales como hierro niacina y fósforo, además de fibra. Todo lo cual lo hace
un alimento muy completo.
Por
su fuera poco, el aguamiel cuenta con la propiedad de inhibir el crecimiento de
bacterias patógenas, aumentar la absorción del calcio y magnesio, estimular el
crecimiento de flora intestinal, mejorar el sistema digestivo y ayudar a la
eliminación de grasas y toxinas. Por todas sus virtudes, se cuenta que
antiguamente se destetaba a los bebes con esta bebida. Hoy se recomienda para
problemas gastrointestinales, diabetes, y en forma tópica para leves heridas o
quemaduras.
Insectos, la mejor fuente de proteína
Gusanos
de maguey, huevecillos de hormigas (escamoles), chapulines, chinches de campo
(jumiles) avispas y libélulas, de aromático y agradable sabor, han sido algunos
de los insectos consumidos tradicionalmente por diferentes etnias en México.
Los
insectos tienen la característica de ser la fauna más abundante, de superar en
nivel de proteínas a la carne, de contar con bajo nivel de grasas y buena
cantidad de vitaminas, de ser fáciles de digerir y conservar, de requerir un
mínimo espacio para su cultivo, y de multiplicarse rápidamente.
Una
forma tradicional de consumir insectos, es frita, y dispuestos en tacos bañados
en salsa. Son usados también para completar salsas o elaborar platillos como
tamales.
En
Oaxaca los chapulines son secados y molidos para aderezar una sal con la que se
acompaña el mezcal. En el estado de Guerrero, los jumiles - recomendados para
combatir el reumatismo - de sabor picante, se muerden vivos tal como un chile,
mientras se consume otro platillo.
CONCLUSIÓN:
Los
estudiantes y ostros aprendimos que hay alimentos en México de alto contenido
nutricional que no acostumbramos o no conocíamos y podemos incluirlos en nuestra dieta diaria