PLANTA CORONA DE
CRISTO
INSTRUCCIONES PARA LOS ALUMNOS:
Visita un vivero a algún jardín donde encuentres la planta
llamada corona de Cristo y escribe sus características e ilustra tu trabajo con
imágenes.
Por su apariencia física, muchos la asocian con la corona que tanto hizo sufrir a Cristo. Inclusive, algunos aseguran que está planta fue la que utilizaron para crear dicha corona. Pero bueno, aunque no puedo dar fe sobre este dato (debido a la procedencia de esta planta). Si puedo asegurarles que es por esto que se le llama comúnmente corona de espinas, espinas de Cristo o planta del Cristo.
Esta planta es endémica de la isla de Madagascar. Donde el clima
es cálido y soleado. Por lo que se ha propagado fácilmente a través de muchas
otras zonas tropicales y de subtrópico. También es una planta fácil de mantener
en zonas con inviernos fríos. Siempre y cuando se lleve a interiores (cerca de
una ventana con sol) antes de que comiencen las primeras heladas.
Sus brácteas (lo que aparentan ser pétalos redondos) pueden
venir de color rojo, blanco o rosado. Sus flores reales son muy pequeñas y
aparecen entre las dos brácteas. Un dato
curioso es que estas espinadas plantas, son primas de la delicada flor de
pascua, o mejor conocida como Poinsettia. No que esto cambie la historia sobre
la corona de Cristo. Pero es interesante que ambas nos recuerden dos épocas
importantes en la fe cristiana.
La corona de espinas es una planta muy resistente. Mientras
reciba buen sol y se le riegue de vez en cuando, esta crecerá y florecerá
prácticamente todo el año. Esta planta es de tipo suculenta, por lo que
almacena agua en sus tallos. Así que puede sobrevivir en climas secos igual que
lo haría un cactus o cualquier otro tipo de suculenta.
Si la deseas mantener en interiores, debes colocarla al lado de
una ventana donde entre el sol. Asegúrate de que los riegos sean mínimos, pues
los excesos pueden hacer que se pudran los troncos y se le caigan las hojas de
forma prematura.
Lo más importante en cuanto al terreno, es que este no acumule
agua o cree encharcamientos. El terreno ideal debe estar compuesto de arena,
tierra con algo de composta orgánica y gravilla. La gravilla y la arena ayudan
a que el sustrato tenga buen drenaje. La composta proveerá material orgánico
para la fertilización de tu planta.
SON REALMENTE VENENOSAS O NO:
Igual que muchas otras plantas ornamentales, estas plantas
contienen una savia que puede ser algo tóxica. La savia es el líquido blancuzco
y lechoso que corre dentro de algunas plantas.
En el caso de la corona de Cristo, la savia puede crear
irritaciones severas en la piel, sobre todo a quienes poseen una piel sensible.
Si se injiere, puede crear irritación severa en la boca y garganta, hemorragias
gastrointestinales y diarrea. Esto aplica tanto al ganado, caballos, mascotas
de todo tipo y a nosotros los humanos.
Por otro lado, no hay que tenerle miedo. Lo importante es
siempre utilizar guantes hechos de algún material fuerte a la hora de trabajar
con ellas. Mientras no tengas contacto con la savia, no tienes de qué
preocuparte. De tener contacto por accidente, lávate inmediatamente con agua y
jabón, hasta que hayas eliminado todo trazo de la savia.
CÓMO PROPAGARLAS:
La propagación de la corona de Cristo es bien fácil. Ya que se
puede propagar por esqueje. Simplemente corta alguno de los tallos de entre las
espigas y espera a que se seque la savia en la parte de abajo (de un día para
el otro).
Luego entierra el pedazo de tallo que cortaste en un tiesto o maceta con el sustrato adecuado (terreno ideal). Asegúrate de colocar la parte donde hiciste el corte dentro de la tierra. Y listo, a esperar a que tu nueva planta crezca.
Cómo ves, cultivar y mantener coronas de Cristo en casa es muy
fácil. No hace falta pasar por las manos de Poncio Pilato, o ser torturados por
soldados romanos para disfrutar de sus flores. Eso si, como mencioné antes,
mucho cuidado con la savia y con las espinas. Ya que estas quizás no les
moleste recordarte con un pinchazo, la procedencia de su nombre.
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