¿Qué es la manzanilla?
La manzanilla romana es una planta. Las flores se
utilizan para hacer medicinas.
La manzanilla romana se utiliza para diversos trastornos digestivos, incluyendo la indigestión, las náuseas, los vómitos, la pérdida del apetito y los gases intestinales (flatulencia) debido al estrés mental. Las mujeres la utilizan para las náuseas y los períodos menstruales dolorosos. También se utiliza para el dolor y la inflamación de la mucosa de la nariz y la boca, para el dolor en los senos paranasales (sinusitis) y para los trastornos de las articulaciones (reumáticos).
La manzanilla romana se aplica directamente sobre la piel para el dolor y la hinchazón (inflamación) y como un antiséptico en ungüentos, cremas y geles que se utilizan para tratar los pezones agrietados, el dolor en las encías y la irritación de la piel. También se usa en forma tópica para las heridas, las quemaduras, el eczema, las quemaduras de frio, la dermatitis del pañal, las escaras (úlceras de decúbito) y para las hemorroides.
A veces se mezcla la manzanilla romana con otras hierbas y se toma por vía oral para la enfermedad del hígado y de la vesícula biliar, para los cálculos biliares, el hígado graso, la acidez estomacal crónica, la pérdida de apetito, los trastornos digestivos, para una enfermedad del corazón llamada síndrome de Roemheld, para la indigestión en los bebés y para ciertos tipos de estreñimiento. Se utiliza también como “purificador de la sangre,” como un tónico general femenino y para prevenir los cólicos menstruales y los períodos irregulares.
Algunas personas ponen manzanilla romana en un baño de vapor y la inhalan para la inflamación de los senos nasales, la fiebre del heno, el dolor de garganta, la inflamación de los oídos y para aliviar el dolor.
En los alimentos y bebidas, el aceite esencial y el extracto se utilizan como componentes de sabor.
En la industria manufacturera, el aceite volátil de la manzanilla romana se utiliza como un perfume en los jabones, cosméticos y perfumes y para darle sabor al tabaco de los cigarrillos. El extracto también se utiliza en productos cosméticos y jabones. Los tés se han utilizado como un tinte y acondicionador para el cabello y para tratar las infecciones por gusanos parásitos.
La manzanilla romana se utiliza para diversos trastornos digestivos, incluyendo la indigestión, las náuseas, los vómitos, la pérdida del apetito y los gases intestinales (flatulencia) debido al estrés mental. Las mujeres la utilizan para las náuseas y los períodos menstruales dolorosos. También se utiliza para el dolor y la inflamación de la mucosa de la nariz y la boca, para el dolor en los senos paranasales (sinusitis) y para los trastornos de las articulaciones (reumáticos).
La manzanilla romana se aplica directamente sobre la piel para el dolor y la hinchazón (inflamación) y como un antiséptico en ungüentos, cremas y geles que se utilizan para tratar los pezones agrietados, el dolor en las encías y la irritación de la piel. También se usa en forma tópica para las heridas, las quemaduras, el eczema, las quemaduras de frio, la dermatitis del pañal, las escaras (úlceras de decúbito) y para las hemorroides.
A veces se mezcla la manzanilla romana con otras hierbas y se toma por vía oral para la enfermedad del hígado y de la vesícula biliar, para los cálculos biliares, el hígado graso, la acidez estomacal crónica, la pérdida de apetito, los trastornos digestivos, para una enfermedad del corazón llamada síndrome de Roemheld, para la indigestión en los bebés y para ciertos tipos de estreñimiento. Se utiliza también como “purificador de la sangre,” como un tónico general femenino y para prevenir los cólicos menstruales y los períodos irregulares.
Algunas personas ponen manzanilla romana en un baño de vapor y la inhalan para la inflamación de los senos nasales, la fiebre del heno, el dolor de garganta, la inflamación de los oídos y para aliviar el dolor.
En los alimentos y bebidas, el aceite esencial y el extracto se utilizan como componentes de sabor.
En la industria manufacturera, el aceite volátil de la manzanilla romana se utiliza como un perfume en los jabones, cosméticos y perfumes y para darle sabor al tabaco de los cigarrillos. El extracto también se utiliza en productos cosméticos y jabones. Los tés se han utilizado como un tinte y acondicionador para el cabello y para tratar las infecciones por gusanos parásitos.
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