¿Cuál es la diferencia entre las distintas hepatitis?
Hasta ahora se conocen varios virus de la hepatitis A, B, C, D, E, G y algunos otros. Además existen otros patógenos que pueden dar lugar a una hepatitis como parte de los síntomas que producen. Los más conocidos y estudiados son los tres primeros.
La hepatitis A es una enfermedad que se transmite generalmente por beber agua o comer verduras o frutas frescas lavadas con agua contaminada por el germen. El contagio también se puede producir de persona a persona, por lo que es frecuente que en una familia haya varios afectados a la vez, o que aparezcan brotes en instituciones (por contagio simultáneo de varias personas con los productos contaminados). Actualmente es más frecuente en países en vías de desarrollo, donde las condiciones higiénicas son peores.
Tras el contagio se pueden tener síntomas como cansancio, color amarillento de la piel (ictericia) y orinas de color oscuro. Las transaminasas (enzimas del hígado) se elevan y pueden aparecer trastornos de la coagulación. En un pequeño porcentaje de pacientes el cuadro clínico se comporta como una hepatitis fulminante, con fallo hepático grave y riesgo de fallecimiento si el paciente no es trasplantado. En la mayoría de los casos se cura sin tratamiento y los pacientes quedan inmunizados, de forma que no se vuelven a contagiar. No existen portadores de la enfermedad que puedan contagiar después de la fase aguda.
La hepatitis B se contagia por vía sexual, de la madre al hijo, por transfusiones de sangre o por pinchazo con agujas contaminadas. Los hijos de madres con infección activa enferman en más del 90% de los casos si no son protegidos adecuadamente. Los usuarios de drogas por vía parenteral, el personal sanitario, los pacientes en hemodiálisis, las personas que conviven con un paciente con infección crónica por virus B y las personas con vida sexual promiscua son los que más riesgo tienen de infectarse.
Con frecuencia, la infección aguda pasa desapercibida o transcurre como si fuese una gripe, aunque también puede dar síntomas típicos como los ya comentados en la hepatitis A. Algunos pacientes se curan sin secuelas y tienen una inmunidad (es decir no vuelven a contagiarse) tras haber pasado el cuadro. Otros pacientes mantienen su capacidad de contagiar a los demás sin que esto les afecte a ellos mismos. Se denominan portadores crónicos y esta capacidad de contagio se debe a una partícula del virus denominada ‘antígeno Australia’ que persiste en estos individuos. Un tercer grupo de pacientes puede cronificar la enfermedad y desarrollar hepatitis crónica o cirrosis. Éstos tienen la capacidad de contagiar la enfermedad, pero a diferencia de los portadores, el virus les afecta negativamente también a ellos.
La hepatitis C se contagia por transfusiones y agujas contaminadas fundamentalmente. Con menos frecuencia, la infección se puede adquirir por vía sexual o materno-fetal. En numerosas ocasiones, el modo de contagio no es conocido.
Más del 90% de los pacientes no tiene síntomas cuando contrae la enfermedad y ésta se suele descubrir de forma casual en un análisis o cuando comienza a dar síntomas porque ha producido una hepatitis crónica o una cirrosis. Entre un 50-70% de los pacientes infectados desarrolla una hepatitis crónica. Estos pacientes tienen la enfermedad y además la pueden contagiar a los demás.
Pruebas y exámenes
A usted le harán un examen físico para buscar:
- Agrandamiento y sensibilidad del hígado
- Líquido en el abdomen (ascitis)
- Coloración amarillenta de la piel
El médico puede solicitar exámenes de laboratorio para diagnosticar y vigilar la hepatitis, como:
- Ecografía abdominal
- Marcadores sanguíneos autoinmunitarios
- Serologías para el virus de la hepatitis
- Pruebas de la función hepática
- Biopsia del hígado para verificar el daño hepático
- Paracentesis si hay presencia de líquido en el abdomen
Tratamiento
El médico analizará con usted las opciones de tratamiento. Los tratamientos variarán dependiendo de la causa de la enfermedad hepática. El médico le puede recomendar una dieta rica en calorías si usted está bajando de peso.
Grupos de apoyo
Hay grupos de apoyo para personas con todos los tipos de hepatitis. Estos grupos pueden ayudarle a conocer lo último en tratamientos y a enfrentar mejor el hecho de tener la enfermedad.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico para la hepatitis dependerá de lo que esté causando el daño hepático.
Posibles complicaciones
- Cáncer del hígado
- Insuficiencia hepática
- Daño hepático permanente, llamado cirrosis
En varias ocasiones estamos expuestos a adquirir este tipo de infecciones y mas comúnmente cuando ingerimos alimentos en la calle, o al no tener cuidado al momento de tener relaciones sexuales una tercera forma de contaminación es el pincharse con alguna aguja, transfusión de sangre. o materno - fetal, dejo aquí en el blog algo de información acerca de estas infecciones espero y les sirva.
ResponderEliminarRoberto tu entrada es maravillosa al hablar de salud estamos expuestos todo y como cultura es bueno conocer.
ResponderEliminarah,ah, muy interesante muy interesante
ResponderEliminarCobn esta información los estudiantes han aprendido que hay diferentes tipos de hepatitis
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