En México el método principal de siembra utilizado es el de almácigo, que consiste en sembrar las semillas en un determinado lugar para transplantarlas posteriormente al sitio destinado para su crecimiento, aunque últimamente el uso del invernadero ha cobrado fuerza sobre todo en los estados del norte de la República Mexicana, quienes cuentan con mejor nivel tecnológico.
Temperatura: la temperatura óptima, de desarrollo del
cultivo de tomate oscila entre los 20 y 30° C durante el día y entre 10 y 17° C
durante la noche. Las temperaturas superiores a los 35° C impactan
negativamente sobre el desarrollo de los óvulos fecundados y, por ende, afectan
el crecimiento de los frutos. Por otro lado, las temperaturas inferiores a 12°
C afectan adversamente el crecimiento de la planta. Las temperaturas son
especialmente críticas durante el período de floración, ya que por encima de
los 25° C o por debajo de los 12° C la fecundación no se produce. Durante la
fructificación las temperaturas inciden sobre el desarrollo de los frutos,
acelerándose la maduración a medida que se incrementan las temperaturas. No
obstante, por encima de los 30° C (o por debajo de los 10° C) los frutos
adquieren tonalidades amarillentas.
Humedad: la humedad relativa óptima oscila entre 60%
y 80%. Con humedades superiores al 80% incrementa la incidencia de enfermedades
en la parte aérea de la planta y puede determinar, además, el agrietamiento de
los frutos o dificultades en la polinización ya que el polen se apelmaza. En el
otro extremo, una humedad relativa menor al 60% dificulta la fijación de los
granos de polen al estigma, lo que dificulta la polinización.
Luminosidad: el tomate necesita de condiciones de muy
buena luminosidad, de lo contrario los procesos de crecimiento, desarrollo,
floración, polinización y maduración de los frutos pueden verse negativamente
afectados.
Suelo: la planta de tomate no es muy exigente en
cuanto a suelos, excepto en lo que se refiere al drenaje, el cual tiene que ser
excelente ya que no soporta el anegamiento. No obstante, prefiere suelos
sueltos de textura silíceo-arcillosa y ricos en materia orgánica. En cuanto al
pH, los suelos pueden ser desde ligeramente ácidos hasta ligeramente alcalinos
cuando están enarenados. Es la especie cultivada en invernadero que mejor
tolera las condiciones de salinidad tanto del suelo como del agua de riego.
COSECHA
En
zonas frías se recogen con frecuencia los tomates cuando todavía están verdes y
se les hace madurar al almacenarlos junto a etileno. El etileno es un gas de
hidrocarbón producido por muchos frutos y que actúa como propulsor molecular
para comenzar el proceso de maduración. Los tomates que maduran de esta manera
tienden a durar más tiempo pero tienen poco sabor y una textura más almidonosa
y menos atractiva que los tomates que maduran en la planta. Se les puede
reconocer por su color, que es más rosa o naranja que el rojo profundo de otros
tomates maduros.
Fertirrigación. En los cultivos protegidos de jitomate el
aporte de agua y gran parte de los nutrientes se realiza de forma generalizada
mediante riego por goteo.
Recolección. La mínima madurez para cosecha se define en
términos de la estructura interna del fruto.
se antoja una rica ensalada con jitomate picadito
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