viernes, 7 de marzo de 2014

CHICHAROS


Nombre común o vulgar: Guisantes verdes, Guisante, Arveja, Arvejas, Chícharo, Chícharos

Nombre científico o latino: Pisum sativum

Familia: Leguminosas.

Origen: Oriente próximo.

El guisante se ha cultivado en Europa durante siglos y se cuenta hoy día entre las hortalizas más populares en todo el mundo, aunque por desgracia se suelen consumir en lata, secos o congelados.

Sí se consumen en fresco, procedentes del huerto y cocinados de manera adecuada, constituyen una hortaliza especialmente suculenta.

Descripción del guisante:

Hierba anual, decumbente o trepadora por zarcillos.

Tamaño de la planta bajo o enano cuando su altura es menor de 0,4 m; semi-trepador entre 0,8-1 m; trepador o enrame cuando es de 1,5-2 m.

Las hojas tienen pares de foliolos y terminan en zarcillos, que tienen la propiedad de asirse a los tutores que encuentran en su crecimiento.

La inflorescencia es racemosa, con brácteas foliáceas, que se inserta por medio de un largo pedúnculo en la axila de las hojas.

Las vainas tienen de 5 a 10 cm de largo y suelen tener de 4 a 10 semillas; son de forma y color variable, según variedades.

Las vainas son alargadas y contienen unas 8 semillas generalmente verdes que pueden ser lisas (utilizadas preferentemente en conservería) o rugosas (consumo directo).

El sistema radicular es poco desarrollado en conjunto, aunque posee una raíz pivotante que puede llegar a ser bastante profunda.

Los guisantes verdes pueden consumirse con o sin vaina.

En el primer caso se habla de variedades para desgranar y en el segundo de tirabeques o bisaltos (Pisum arvense).

Vainas y semillas (tirabeque), o semillas para consumo directo, o para industria conservera y de congelación.

Cuando los guisantes son tiernos, tienen un sabor ligeramente dulce y se pueden consumir crudos; también se consumen cocidos, guisados, como guarnición y pueden servir para conservas.

Los guisantes para consumo humano se pueden conservar mediante apertización o congelación.


CULTIVO DE GUISANTES


Temperaturas:

Dado que es una especie que tolera bien las bajas temperaturas invernales, incluyendo las heladas, puede adaptarse el ciclo de cultivo a los requerimientos de cada zona.

La planta se hiela con temperaturas por debajo de -3 ó -4ºC.

Detiene su crecimiento cuando las temperaturas empiezan a ser menores de 5 ó 7ºC.

El desarrollo vegetativo tiene su óptimo de crecimiento con temperaturas comprendidas entre 16 y 20ºC, estando el mínimo entre 6 y 10ºC y el máximo en más de 35ºC.

Si la temperatura es muy elevada la planta vegeta bastante mal.

Suelo:

Prospera mal en los suelos demasiado húmedos y en los excesivamente arcillosos; agradece la humedad del suelo, pero no en exceso, en los que es frecuente la pudrición de la semilla, originándose nascencias largas, sobre todo si se trata de variedades de grano rugoso.

El guisante va bien en los suelos que son idóneos para la judía; es decir, en los ligeros de textura silíceo-limosa.


El guisante no requiere labores demasiado profundas, pero sí que la tierra quede suelta, bien aireada y mullida.

Hay que evitar los suelos pesados, húmedos y conviene cambiar la situación en cada temporada.

Siembra:

El guisante es un cultivo de invierno-primavera.

Según las regiones, puede sembrarse en otoño, prolongándose su ciclo hasta finales de primavera; y también puede sembrarse en enero-febrero, llegando su ciclo hasta el comienzo del verano.

Antes de efectuar la siembra se recomienda recubrir las semillas con una mezcla de insecticida y fungicida, como Piretroides, Diazinon, entre los primeros, y Captan y TMTD entre los segundos.

Hay que tener en cuenta que también se adueñan de ellas muchos ratones, para lo cual aconsejamos poner trampas después de sembrar, y gorriones, para ellos puede rodear las hileras de plantas con cuerdas y entrecruzar estas a modo de techo atando luego hojas de diario.

El cultivo puede disponerse en surcos o en cuadros, este último sistema es más efectivo en las variedades de enrame, generalmente tirabeques, ya que facilita la labor de entutorado de las parcelas.

La siembra es directa, a una profundidad de 4-5 cm y puede realizarse de forma manual o mecanizada, en ambos casos se realiza a a chorrillo y con densidad de 100-200 kg/ha, según el grosor de las semillas, ya que cuando se trata de semillas pequeñas hay que reducir la cantidad.

Las variedades de guisantes redondeados son resistentes y se suelen sembrar en otoño o a finales de invierno, mientras que las variedades rugosas, más duras que las anteriores, se siembran a partir de la primavera.

Las variedades más resistentes al frío (de grano redondo) se siembran desde mediados o finales de febrero directamente en el terreno de asiento.

Para escalonar la cosecha se pueden hacer siembras posteriores, con un intervalo de una semana, hasta abril.

Los guisantes maduran desde finales de mayo hasta finales de junio si se siembran de febrero a marzo, y en junio y julio si la siembra se realizó en marzo o abril. Datos siempre para el Hemisferio Norte del planeta.

Para obtener una cosecha temprana, siembra las variedades más resistentes a finales del invierno, bajo una campana de cristal o una cajonera fría.

Para que comiencen su desarrollo en primavera se obtienen plantones de variedades de semilla arrugada en bandejas con mezcla de cultivo mixta y se les trasplanta al exterior cuando el suelo está en condiciones de ser labrado y el tiempo es suave.
 
Se pueden obtener en interior, en invernadero si se les protege.

Se traza un surco aplanado con la pala, de unos 15 cm de ancho y 8 cm de profundidad.

Se siembran las semillas en hileras alternas de tres, separadas 8 cm.

Otra posibilidad es colocar en surcos en forma de V una hilera de semillas, separadas 4 cm.

Las hileras deberán alejarse entre si según la altura de la variedad cultivada; para los tipos enanos, los surcos se espacian de 45 a 60 cm, distancia que se aumenta hasta 1.25 m para las variedades más altas.

Si se hace una siembra en mayo se recolectará en noviembre, el cultivo puede pasar el invierno sin protección pues es un clima templado.

Siembra 1 ó 2 veces en primavera y las variedades más precoces, cada 2 semanas.

Riego:

Regar cuando el tiempo sea seco, sobre todo si la planta tiene ya flores y vainas.

Recolección:

Recolectar antes de que las vainas se hagan demasiado fibrosas.

Una buena hilera deberá dar por lo menos tres cosechas, si se empieza a recolectar las vainas más bajas.


Una vez pasada la recolección, corta las plantas al nivel del suelo y deja que las raíces se descompongan, las cuales aportarán al suelo el Nitrógeno que han fijado de las atmósfera a las cosechas siguientes.

1 comentario: