Los argumentos que la ciencia ha aportado para no dejar nunca de besarnos
1. Besar es uno de los actos más placenteros para la persona. Lo han confirmado varios estudios. Esto sucede porque los labios son una de las zonas del cuerpo con más neuronas sensoriales. Por eso captan más sensaciones y pueden generar más placer que otras zonas como los genitales, con menos neuronas de este tipo. Así es. La ciencia lo ha demostrado.
Otros beneficios de besar, más allá del placer sexual:
2. También se ha demostrado que besar con frecuencia fortalece la relación de pareja. Especialistas como Helen Fisher señalan que esta costumbre suele disminuir. Poco a poco las parejas dejan de besarse. Según parece no hay dudas. La distancia amorosa empieza por la distancia física. Así que debiera poner reglas: besarse a diario debe ser obligatorio.
3. Besar también ha mostrado ser un método muy eficaz para comunicarse sin palabras. Según parece, un beso muestra lo que sentimos mejor incluso que un buen discurso. Fisher demostró que al besar se expresa la intensidad de nuestro afecto y la compatibilidad con la pareja. Es una buena noticia para quienes les cuesta hablar de sentimientos. Pero cuidado; según G. Gallup, un mal beso puede alejarnos irremediablemente de la pareja: “Hay muchas fuerzas pueden conectar a dos personas, pero un mal beso, sobre todo si es el primero, puede destruir la relación”. En cerca de un 50% de los casos así sucede.
Besar libera una gran cantidad de oxitocina y endorfinas, sustancias con un potente efecto tranquilizador.
5. También se ha comprobado que permitir contacto físico a través de un abrazo, un fuerte apretón de
manos o un beso, mejora las relaciones, aumenta la sensación de plenitud y felicidad. La investigación sugiere que las sociedades con más contacto físico, que más se besan y abrazan son en general más felices y asertivas.
7. Es importante destacar que todos los efectos señalados hasta el momento se han replicado en investigaciones con padres e hijos. Así, se comprobó que besar regularmente a los hijos mejora la comunicación y estrecha los vínculos con ellos. Los que lo hicieron a diario mantuvieron relaciones más intensas y positivas a lo largo de la vida. Por eso no debiéramos permitir a los hijos que no nos besen. Ponga normas para obligarles: al llegar a casa, cuando salgan y al acostarse. No importa la edad ni tampoco que le llamen “pesado”.
Aprendimos más de los beneficios de la terapia de los besos
ResponderEliminarMuy buenos datos, que hasta quiero practicarlos para obtener estos magníficos beneficios
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