jueves, 28 de noviembre de 2013


ALIMENTOS MEXICANOS DE ALTO VALOR NUTRITIVO


Instrucciones para los alumnos:
Investiga alimentos mexicanos de alto valor nutritivo e ilustra tu trabajo con imágenes:


Amaranto, chía, miel de maguey, e insectos, son algunos de los alimentos que fueron relevantes en la alimentación mesoamericana prehispánica y que por diferentes razones se vieron menospreciados y sustituidos por alimentos del exterior. Sin embargo hoy resurgen con renovados bríos ante su alto valor nutritivo y curativo, su costeabilidad, fácil acceso para algunos sectores, y por supuesto, su valor cultural y tradicional.



Proveniente de la salvia hispánica, la chía llegaría a ocupar entre culturas como la maya y azteca, el tercer lugar en la producción y consumo después del maíz y frijol. La chía en combinación con el maíz, sería fuente de energía para travesías prolongadas, alimento de guerreros, y su aceite sería base de pinturas corporales y decorativas, así como de barnices para cerámica.
Y es que la chía contiene aproximadamente un 34% de aceite, 25% de fibra, y 20% de muy buena proteína. De su aceite, resalta su poder antioxidante y el más alto contenido de omega 3 (por encima de pescados, algas y lino), tan aclamado e insuficiente en la alimentación de hoy, y entre cuyas funciones se enumeran: la formación de membranas celulares, y el buen funcionamiento hormonal, inmunológico y cardiaco. La chía es a la vez una excelente fuente de vitaminas y minerales.
Por sus grandes virtudes, la Universidad de Arizona reactivaría su cultivo a partir del año de 1991, y hoy puede encontrarse en la presentación de semillas para completar alimentos, consumirse solas, o para preparar bebidas tradicionales, así como en harina para complementar panes, o en aceite para ser ingerido en frío.


 




Amaranto y Huazontle, altas fuentes de proteína y calcio:
El amaranto y huazontle pertenecientes a la misma familia, fueron de suma relevancia en el cultivo y alimentación del México prehispánico, ocupando en culturas como la azteca, el cuarto lugar después del maíz, frijol y chía. Sin embargo, su uso ritual debió influir en los españoles para dejarlo de lado.
Mientras el amaranto cuyo nombre significa “vida eterna”, ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los grandes alimentos del mundo, en base a su completa y alta fuente de proteína vegetal, su composición de minerales (muy alto en calcio, y en hierro supera en sus hojas a las espinacas) y vitaminas, y a su alto rendimiento y facilidades de cultivo; el huazontle se ha mantenido ignorado.
Para el combate a la desnutrición se recomienda consumir tan solo 20 gramos diarios de amaranto. Del grano, además de las tradicionales “palanquetas” o alegrías se elaboran hoy, granolas, atoles, panes y galletas, capeados y empanizados. También se rocían sobre ensaladas y cocteles de frutas, mientras las hojas son usadas en sopas y ensaladas.
El huazontle tradicionalmente se consume capeado y bañado en salsa, y sus retoños conocidos como quelite de manteca, también son guisados.




Aguamiel, pulque, miel de maguey, muy digestivos y nutritivos
El agave salamiana o maguey manso de montaña o pulquero, es una de las especies con más tradición y de más completo uso en México prehispánico. Su néctar recibe el nombre de aguamiel y entre sus propiedades se cuenta azúcares, proteínas formadas por 18 aminoácidos esenciales, vitaminas A, B, B2, y C, minerales como hierro niacina y fósforo, además de fibra. Todo lo cual lo hace un alimento muy completo.
Por su fuera poco, el aguamiel cuenta con la propiedad de inhibir el crecimiento de bacterias patógenas, aumentar la absorción del calcio y magnesio, estimular el crecimiento de flora intestinal, mejorar el sistema digestivo y ayudar a la eliminación de grasas y toxinas. Por todas sus virtudes, se cuenta que antiguamente se destetaba a los bebes con esta bebida. Hoy se recomienda para problemas gastrointestinales, diabetes, y en forma tópica para leves heridas o quemaduras.


 Insectos, la mejor fuente de proteína
Gusanos de maguey, huevecillos de hormigas (escamoles), chapulines, chinches de campo (jumiles) avispas y libélulas, de aromático y agradable sabor, han sido algunos de los insectos consumidos tradicionalmente por diferentes etnias en México.
Los insectos tienen la característica de ser la fauna más abundante, de superar en nivel de proteínas a la carne, de contar con bajo nivel de grasas y buena cantidad de vitaminas, de ser fáciles de digerir y conservar, de requerir un mínimo espacio para su cultivo, y de multiplicarse rápidamente.
Una forma tradicional de consumir insectos, es frita, y dispuestos en tacos bañados en salsa. Son usados también para completar salsas o elaborar platillos como tamales.
En Oaxaca los chapulines son secados y molidos para aderezar una sal con la que se acompaña el mezcal. En el estado de Guerrero, los jumiles - recomendados para combatir el reumatismo - de sabor picante, se muerden vivos tal como un chile, mientras se consume otro platillo.


CONCLUSIÓN:
Los estudiantes y ostros aprendimos que hay alimentos en México de alto contenido nutricional que no acostumbramos o no conocíamos y podemos incluirlos en nuestra dieta diaria




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